Los Atomizadores consisten en un tubo cilíndrico, dentro del cual hay una resistencia. Se utilizan con unos cartuchos en los cuales algunos cartuchos contienen una especie de esponja en su interior, denominada fibra o perlón (Cartuchos 510); otros cartuchos no contienen esta fibra o perlon (eGo Tornado-T Tank, eGo-C, 510-T) porque son goteo directo al atomizador.

Los cartuchos con fibra o perlon, se rellenaban de líquido y se colocaban  directamente sobre un pequeño puente de malla de acero que cubre la resistencia y evitar que ésta toque directamente el perlón y lo queme.

Su principal inconveniente, aparte de que el sabor no es demasiado bueno, radica en la poca capacidad de los cartuchos y en que si damos unas cuantas caladas seguidas, tenemos que dejar reposar el vapeador para permitir que la resistencia se vuelva a humedecer y no tener sabor a quemado. Además, el perlón, con el uso, se va degradando y cada poco tiempo necesita ser sustituido, ya que no retendrá tanto líquido como al principio.

Los Atomizadores que utilizan Cartuchos sin fibra o perlon (son llamados sistema Tank) tienen una pequeña aguja metálica que irá drenando poco a poco el líquido hacia la resistencia. Este sistema es una evolución del sistema anterior. El gran inconveniente de este sistema es que conforme vapeamos, el líquido se calienta y se vuelve menos viscoso, pudiendo provocar fugas y que acabemos con gran parte del líquido en nuestras manos, o peor, manchando el bolsillo de nuestra camisa favorita. Para evitarlo, tendremos que vapear con calma, esperando unos cuantos segundos entre calada y calada para dar tiempo a que se enfríe el líquido, y por supuesto, tener siempre a mano un pañuelo de papel por precaución.

Los nuevos sistemas Tank, principalmente los conocidos como eGo-C, han disminuido bastante este problema, aunque no lo han solucionado totalmente; sobre todo, si utilizamos líquidos con base de Propilenglicol, que son más fluidos que los de base de Glicerina Vegetal.